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¿Qué es el astroturfing? Expertos desglosan la táctica de relaciones públicas utilizada en la supuesta campaña de desprestigio contra Blake Lively (exclusiva)

Blake Lively está en el centro de una batalla legal que arroja luz sobre una controvertida táctica de relaciones públicas conocida como astroturfing. En una denuncia presentada el viernes pasado, la actriz de It Ends with Us acusó a su coprotagonista y director, Justin Baldoni, de acoso sexual y alegó que su equipo de relaciones públicas orquestó una calculada campaña de desprestigio en represalia para dañar su reputación y perturbar sus negocios.

En el centro de las acusaciones contra Lively se encuentra el astroturfing, una estrategia diseñada para manipular la opinión pública creando la ilusión de apoyo o rechazo popular. La denuncia sostiene que la firma de relaciones públicas de Baldoni, The Agency Group (TAG PR), coordinó las acciones en las redes sociales para retratarla como “controladora” y “difícil” durante la producción de la película.



En una declaración compartida el lunes 23 de diciembre, el abogado Bryan Freedman defendió a los publicistas de crisis de Baldoni en The Agency Group (TAG PR), afirmando que “operaron como cualquier otra firma de gestión de crisis lo haría cuando fuera contratada por un cliente que experimentaba amenazas de dos personas extremadamente poderosas con recursos ilimitados”, y enfatizó que simplemente estaban haciendo su trabajo.

PEOPLE informó previamente en agosto que Baldoni contrató a la gerente de relaciones públicas de crisis Melissa Nathan , conocida por representar a Johnny Depp durante sus batallas legales de alto perfil, y trabajó con la publicista Jennifer Abel en medio del lanzamiento de su adaptación cinematográfica del bestseller de Colleen Hoover .

En una declaración dada a The New York Times , Lively compartió sus motivaciones para presentar la denuncia, diciendo: “Espero que mi acción legal ayude a descorrer el telón sobre estas siniestras tácticas de represalia para dañar a las personas que denuncian mala conducta y ayude a proteger a otros que puedan ser atacados”.



El equipo legal de Baldoni rechazó las acusaciones y Freedman le dijo a PEOPLE que las acusaciones eran “falsas” e “intencionadamente lascivas con la intención de dañar públicamente”.

Blake Livley. Theo Wargo/Getty

¿Qué es el astroturfing?

El nombre de astroturfing hace referencia al césped sintético y se basa en la imitación de movimientos populares para crear la ilusión de un consenso público. La Dra. Joan Donovan, profesora de la Universidad de Boston y experta en desinformación, le dijo a PEOPLE: “Se trata de fingir que hay una multitud. Cuando las cuentas de las redes sociales (ya sean falsas o reales) se coordinan para impulsar una narrativa, se trata de astroturfing. Estas campañas no son orgánicas. Están diseñadas para parecer una opinión pública genuina, pero son completamente fabricadas”.



El Dr. Chico Camargo, investigador asociado del Oxford Internet Institute, señala que las tácticas de astroturfing han evolucionado junto con las redes sociales. “Ya no se trata solo de bots. A menudo, se paga o se incentiva a personas reales para que publiquen contenido coordinado”, dice Camargo. “Esto hace que sea más difícil distinguir la participación genuina de las campañas inventadas”.

Agregó que “el astroturfing se remonta a la propaganda misma. Difundir un rumor es una forma temprana de ello. La forma honesta de gestionar una crisis, por ejemplo, sería publicar una declaración o abordar los problemas directamente. Pero luego hay zonas grises, como enviar a alguien a un evento para que quede bien o para que parezca que apoya ciertas causas”.

Y continuó: “Lo vemos mucho en política: conseguir que una multitud le dé la bienvenida a un candidato para que parezca que lo quieren. Ya sea en la política corporativa, en los deportes o incluso en Hollywood, siempre vemos astroturfing. Por ejemplo, si quieres que se hable de una película, puedes pagar a gente para que vaya al cine o publique en las redes sociales con un hashtag para que se ponga en marcha. Aunque eso suene inofensivo, sigue siendo astroturfing”.



La misoginia como arma

La denuncia alega que TAG PR explotó estereotipos misóginos para alimentar la campaña de desprestigio contra Lively. Según los expertos, esta táctica es común en Hollywood y otros lugares.

“Las empresas de relaciones públicas saben cómo aprovechar los estereotipos”, explica Donovan. “En este caso, se trata del cliché de que las mujeres en el poder son controladoras o exigentes. Estas narrativas resuenan en audiencias predispuestas a creerlas, y el astroturfing las amplifica con efectos devastadores”.

Donovan establece paralelismos con las supuestas tácticas utilizadas durante el juicio a Johnny Depp y Amber Heard, en el que las narrativas coordinadas apuntaban desproporcionadamente a Heard. “La misoginia en las redes sociales está muy extendida”, afirma Donovan. “Las empresas de relaciones públicas lo saben y lo utilizan a su favor aprovechando estos sesgos”.



Amber Heard y Blake Lively. 

Imágenes Getty

Implicaciones legales y éticas

Si bien el astroturfing se encuentra en una zona gris en lo legal, a menudo cruza los límites éticos. “Alentar a las personas a publicar hashtags u opiniones suele estar bien”, dice Camargo. “Pero cuando se trata de cuentas falsas, acoso o desinformación, cruza el territorio de lo poco ético y, a veces, de lo ilegal”.

El camino a seguir

Los expertos afirman que, independientemente de que este caso llegue a juicio o se resuelva en secreto, plantea importantes interrogantes sobre las prácticas de relaciones públicas en Hollywood. “El astroturfing opera en la sombra”, afirma Camargo. “Es una herramienta que utilizan las empresas de relaciones públicas para controlar la percepción pública, pero rara vez se habla de ello abiertamente”.